Hoy en día el celular es uno de los medios de comunicación más utilizados por todas las personas del mundo. Posee múltiples aplicaciones, que gracias al avance de la tecnología, van perfeccionándose y multiplicándose para brindar al usuario mejores comodidades a la hora de comunicarse con otros. Pero actualmente, los usuarios establecen un uso desmedido de los mismos, provocando así futuras complicaciones que afectan su salud psicológica y física. La adicción a los teléfonos móviles es un tema que nos involucra a todos, ya que vivimos conectados a través de medios tecnológicos de comunicación, de los cuales dependemos y no sabemos cómo vivir sin ellos. Una de las principales consecuencias que se observan en la actualidad a causa de esta patología es el aislamiento social que padecen las personas adictas al teléfono móvil al reducir el diálogo personal y directo con otros individuos, ya que solo se comunican por medios virtuales, lo que afecta las relaciones sociales cotidianas de las mismas, las cuales se desvalorizan dejando de ser persistentes y duraderas a lo largo del tiempo.
Adicción a los celulares. Aldana Sofia
miércoles, 16 de octubre de 2030
Cuerpo presente... Mente aislada
martes, 19 de noviembre de 2013
miércoles, 16 de octubre de 2013
MOVIMIENTO “STOP PHUBBING”
La campaña anti-phubbing tiene por objetivo “recuperar la higiene de la comunicación humana, volver a la buena educación y mantener las interacciones afectivas”.
CONSEJOS PARA EVITAR EL PHUBBING
Detener la conversación y solicitarle al ofensor que repita tus últimas palabras.
Los padres de familia deben diseñar incentivos que favorezcan una utilización responsable.
Colocar en los restaurantes y comercios letreros con mensajes para desincentivar esta conducta.
Realizar una “intervención” para hablar con el “phubber” (dependiente) y solicitarle seriamente que no utilice el celular frente a personas con las que sostiene una interacción.
PHUBBING: CUANDO EL CELULAR ES MAS IMPORTANTE QUE LAS RELACIONES PERSONALES
El “phubbing”, término formado a partir de las palabras inglesas phone (celular) y snubbing (dasairar), consiste en el acto de menospreciar o ignorar a quien nos acompaña dentro de un contexto social, al prestar más atención al móvil u otros aparatos electrónicos que a su persona. Es considerado un síntoma de la adicción a las redes sociales virtuales, a través de dispositivos móviles.
Esta práctica se deriva del abuso de la utilización de los dispositivos móviles para estar “conectados” con el mundo a través de redes sociales virtuales, como Facebook, Twitter y Whatsapp, lo que provoca incluso que las personas duerman con su celular y lo primero que hagan, al levantarse, sea checar sus notificaciones.
También existen aquellas personas que prefieren aislarse en un evento social y alejarse para seguir “en comunicación”.
Sobre el tema, la psicóloga clínica y maestra en pedagogía del Centro Renueva y la asociación Guardianes de la Paz, Leonor Cuevas Cervera, opinó que esta dependencia a la tecnología impacta en las relaciones humanas, ya sea entre parejas, padres e hijos, y de amistad, entre otros. En este sentido, propone regular el tiempo que se dedica al uso de estas tecnologías de comunicación e información, para que la experiencia sea enriquecedora y no limitante.
AISLAMIENTO SOCIAL A CAUSA DE LA ADICCIÓN A LOS CELULARES
El uso masivo de teléfonos móviles y su utilidad pasaron a representar acciones cotidianas. Es indiscutible que este producto genera una cantidad de beneficios en la vida, entre ellos, permite la comunicación sin importar la distancia, pero también acarrea negativas que están seguidas de un mal uso, como ser el cambio en la escritura, la falta de interés en la educación, distracciones en el trabajo, falta de diálogos cara a cara entre los individuos, aislamiento social por estar conectados al mundo virtual y tecnológico.
El aislamiento social es una consecuencia que afecta las relaciones sociales de aquellas personas adictas a los celulares, ya que si bien están conectados virtualmente con otras personas, no son capaces de establecer un diálogo directo con otros individuos, lo que disminuye las relaciones interpersonales en la sociedad. Los adolescentes son el grupo más vulnerable ante esta situación, porque en un futuro les costará relacionarse insertándose en el mundo como adultos y tomando todas las responsabilidades que al serlo deben asumir.
El aislamiento social es un grave problema que puede afectar la capacidad intelectual de las personas. La interacción con el medio externo desde que nace una persona es esencial para un correcto desarrollo. Sufrir aislamiento social en la infancia puede provocar ciertos trastornos mentales al alcanzar la adultez.
Los problemas cognitivos y de comportamiento en la edad adulta producidos por la incomunicación en edades tempranas podrían deberse a una disminución de la producción de la mielina del sistema nervioso, según un estudio -en ratones- de la Harvard Medical School en Boston (EE.UU.), publicado en la revista 'Science'. Este descubrimiento es muy importante, puesto que la mielina, cuya función es aislar las fibras nerviosas y permitir la conducción rápida y eficaz de los impulsos nerviosos, está relacionada con enfermedades como la esquizofrenia.
Una investigación realizada por científicos de dos universidades norteamericanas ha descubierto que la exclusión social ocasiona cambios en el cerebro y que estos cambios cerebrales provocan a su vez incapacidad de decisión y una disminución de la capacidad de aprendizaje: el cerebro realmente registra el aislamiento social del individuo y se ve afectado en su rendimiento y funcionamiento.
El profesor de psicología de la universidad de Georgia, Keith Campbell, director de esta investigación, señaló en un comunicado de su universidad que el rechazo social tiene una poderosa influencia en la forma de actuar de la gente.
ADICTOS AL TELEFONO MOVIL
Según NANDA International (North American Nursing Diagnosis Association), una sociedad científica de enfermería, el aislamiento social es la soledad experimentada por el individuo y percibida como negativa o amenazadora e impuesta por otros.
El fenómeno observado, sobre todo entre los jóvenes, es que el celular se ha transformado en una adicción, puesto que su uso utilitario ha traspasado barreras de interés en objeto tecnológico, transformándose su uso en “algo parecido a la relación afectiva con una persona siendo la adicción al final solo cuestión de cantidad, ya que hay un pequeño paso hacia su uso patológico (Guerreschi, 2007, p. 137)”. Los adictos al celular lo tienen en la mano durante horas, como un acompañante que les permite tolerar la soledad y el aislamiento; temen tener el celular apagado, por lo que lo mantienen prendido toda la noche o se proveen con una batería cargada de repuesto para evitar quedarse “incomunicados”.
Sergio Sinay en su libro Conectados al vacío, informa que a nivel mundial el promedio diario de uso del teléfono móvil por persona es de tres horas, eso implica alrededor de mil horas anuales por individuo. Es decir, cuarenta y un días de cada año dedicados exclusivamente a hablar por celular, más del 10% del tiempo anual.
Se realizaron 50 encuestas a habitantes de la cuidad de Tafí Viejo y San Miguel de Tucumán de entre 13 a 50 años de edad con el fin de obtener datos relevantes sobre el uso que estos le dan a sus dispositivos móviles.
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